Mario Urzúa Aracena
Decano
Facultad de Comunicación,
Facultad de Comunicación,
Historia y Ciencias Sociales
Universidad Católica de la Santísima Concepción
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Universidad Católica de la Santísima Concepción
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El tema de la enseñanza de la ética periodística por su propia importancia debe ser considerado desde distintos ángulos, especialmente cuando el curso se imparte en una universidad católica y considerando el caso de que los alumnos pueden no ser católicos o tener una escasa formación doctrinal.
Podemos comenzar por definir a la ética como la “ciencia filosófica teórica y práctica que investiga la moralidad de los actos humanos y estudia los valores, la vida y la conducta moral de la persona y de la comunidad humana, teniendo siempre como fin la honestidad”[1]. Esta definición implica, siguiendo el razonamiento de Brajnovic, que es un sistema que trata de fenómenos generales, de un conocimiento que busca la verdad a través de pruebas lógicas y que tiene definidos sus objetos. Pero, al tratar sobre los actos humanos no sólo es una ciencia filosófica teórica, sobre principios, sino que también es práctica en cuanto trata acerca de los deberes de las personas, sobre el comportamiento humano y sobre las costumbres. Yepes llega a decir que “el hombre, o es ético o no es hombre” al señalar que “sin ética no hay desarrollo de la persona, ni armonía del alma”[2].
La ética informativa o deontología periodística es aquella parte de la ética especializada que estudia el acto informativo, es decir las acciones humanas en relación con la profesión periodística, cuyo centro es precisamente el acto informativo. Como el mismo Brajnovic explica “la deontología –como estudio especializado- abarca, por una parte, la profesión con todas sus consecuencias morales y proyecciones éticas sociales y, por la otra, los distintos aspectos de la conducta y la conciencia humanas, materia esencial de la ética”[3].
Podemos comenzar por definir a la ética como la “ciencia filosófica teórica y práctica que investiga la moralidad de los actos humanos y estudia los valores, la vida y la conducta moral de la persona y de la comunidad humana, teniendo siempre como fin la honestidad”[1]. Esta definición implica, siguiendo el razonamiento de Brajnovic, que es un sistema que trata de fenómenos generales, de un conocimiento que busca la verdad a través de pruebas lógicas y que tiene definidos sus objetos. Pero, al tratar sobre los actos humanos no sólo es una ciencia filosófica teórica, sobre principios, sino que también es práctica en cuanto trata acerca de los deberes de las personas, sobre el comportamiento humano y sobre las costumbres. Yepes llega a decir que “el hombre, o es ético o no es hombre” al señalar que “sin ética no hay desarrollo de la persona, ni armonía del alma”[2].
La ética informativa o deontología periodística es aquella parte de la ética especializada que estudia el acto informativo, es decir las acciones humanas en relación con la profesión periodística, cuyo centro es precisamente el acto informativo. Como el mismo Brajnovic explica “la deontología –como estudio especializado- abarca, por una parte, la profesión con todas sus consecuencias morales y proyecciones éticas sociales y, por la otra, los distintos aspectos de la conducta y la conciencia humanas, materia esencial de la ética”[3].
Ética e información han ido siempre unidas, Desantes va más allá cuando señala que “la cualidad moral de la información está ínsita en su misma naturaleza”[4]. De ahí la importancia de vincular a la ética con la enseñanza del periodismo y a buscar fórmulas para que se alcance el objetivo de incorporar las normas deontológicas y la conciencia acerca de su necesidad a los estudiantes de las licenciaturas en ciencias de la información.
La doble característica de la ética, de ciencia teórica y práctica, se encuentra en la ética informativa, lo que origina las dificultades de su enseñanza, ya que no sólo se trata que los alumnos aprendan normas, principios y valores, sino que sean capaces de aplicarlos en la realidad profesional. De ahí que en esta presentación se intenta reflexionar acerca de algunas claves fundamentales para la enseñanza de la ética informativa, rescatadas de la bibliografía y confirmadas por la experiencia.
El primer antecedente que hay que considerar es que siendo la ética informativa, como una especialidad de la etica general, una ciencia filosófica es parte por lo mismo de la propia filosofía y por ello de buena manera tributaria del pensamiento que emana de esa misma filosofía.
Por lo mismo, se puede afirmar que sin un pensamiento filosófico y antropológico no sería posible construir una ética y menos aún una deontología informativa. En el caso de una universidad católica, esa filosofía y antropología deben ser las provienen de la tradición filosófica cristiana y por ello la base de los principios y normas de la ética informativa está en el concepto mismo del hombre, propio de la antropología cristiana y de la enseñanza de la Iglesia.
Por lo mismo, será indispensable incorporar al plan de estudios un curso de antropoología cristiana. Asimismo, es importante que el estudiante también comprenda la enseñanza de la iglesia con respecto a la sociedad, ya que precisamente la labor fundamental del periodista consiste en retratar e interpretar lo que sucede en la vida social. Para ello proponemos un curso de Doctrina Social de la Iglesia. Y finalmente, como un aporte cultural y de explicación misma de la organización de la Iglesia se propone un curso sobre Historia de la Iglesia.
De esta manera, los principios de la ética periodística tendrán un sustento filosófico, cultural e histórico que le permitan al estudiante de periodismo formar su conciencia respecto a la moralidad de los actos informativos. Un sintético estudio sobre la formación ética en universidades católicas chilenas muestra que si bien en las ocho existentes existen cursos de ética periodística, cursos de antropología, filosofía, ética general, teología e historia de la Iglesia existen en las propiamente católicas, dos pontificias, dos dependientes de las sedes episcopales y una de la Compañía de Jesús. En una ligada a un movimiento religioso no se da ningún curso complementario al de ética periodística y en otra también de otro movimiento se dan cursos de teología, teología moral y doctrina social de la iglesia. En una última, perteneciente a una corporación que se define como católica no existe ningún curso sobre estas materias.
Desde otra perspectiva también deben considerarse los contenidos de la formación en ética periodística, a la luz de la teoría existente en los textos de estudio. Parece fundamental incluir temas como la verdad en la información y el respeto a la persona y sus derechos: derecho a la vida, al honor, a la propia imagen, a la intimidad y la vida privada. Ello comprende el uso de cámaras ocultas, grabaciones sin autorización y la ocultación de su identidad por parte del periodista. Asimismo, debe resguardarse la identidad y dignidad de los menores de edad y de las personas con limitaciones mentales. También hay que incluir el secreto profesional periodístico en sus aspectos de secreto de la fuente, el off the récord y el secreto de embargo. Y temas como la objeción de conciencia y la cláusula de conciencia, el deber de rectificar informaciones eróneas y de evitar incompatibilidades con otras funciones.
La gran mayoría de estos temas, según los estudios de Barroso y Villanueva, están incorporados en códigos de ética profesionales del periodismo, tanto internacionales, nacionales y de empresas periodísticas, los que también son referencias importantes en el estudio de la ética.
Adicionalmente, con el fin de que los estudiantes tengan un contacto con la realidad de los problemas ético profesionales, es conveniente recurrir a fallos de tribunales de ética, ya que así los alumnos conocen en forma directa vulneraciones a las normas sobre asuntos que podrían tener que enfrentar en su futuro profesional.
Adicionalmente, con el fin de que los estudiantes tengan un contacto con la realidad de los problemas ético profesionales, es conveniente recurrir a fallos de tribunales de ética, ya que así los alumnos conocen en forma directa vulneraciones a las normas sobre asuntos que podrían tener que enfrentar en su futuro profesional.
Finalmente, creo importante que en cada carrera de periodismo se estudien los principios y normas de ética periodística a fin de que exista un consenso entre los profesores acerca de ellos y sean exigibles en los trabajos prácticos que los alumnos realicen. De esta manera esas normas no quedarán reducidas a un curso específico sino que serían transversales al currículum de la carrera, por lo que serán parte del quehacer del alumno y se estará cumpliendo con la definición que la ética es una disciplina teórica y práctica. En la medida en que el alumno compruebe que esos principios son respetados en la práctica, será claro para él que la ética es una parte sustancial de su trabajo profesional.
De esta forma estaremos dando cumplimiento al compromiso adquirido por nuestros obispos en Aparecida, cuando plantearon que la enseñanza del periodismo debía formar profesionales competentes y responsables, con la finalidad manifestada por S.S. Benedicto XVI en la Encíclica Caritas in Veritate “que los medios de comunicación estén centrados en la promoción de la dignidad de lass personas y de los pueblos, que estén expresamente animados por la caridad y se pongan al servicio de la verdad, del bien y de la fraternidad natural y sobrenatural. En efecto, sigue el Santo Padre, la libertad humana está intrínsecamente ligada a estos valores superiores. Los medios pueden ofrecer una valiosa ayuda al aumento de la comunión en la familia humana y al ethos de la sociedad, cuando se convierten en instrumentos que promueven la participación universal en la búsqueda de lo que es justo”.
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* Ponencia presentada por Mario Urzúa Aracena, en el II Congreso Latinoamericano de Ética de la Comunicación, Comunicación Ética", realizado en Bogotá, D.C., Colombia entre el 7 y 9 de octubre, convocado por el Departamento de Comunicación del Consejo Èpiscopal Latinoamericano, CELAM y la Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO.
[1] Brajnovic, Luka, Deontología Periodística, Eunsa, Pamplona, 1978, pág. 19
[2] YEPES, ricardo y Aranguren, Javaier, Fundamentos de Antropología: un Ideal de la Excelencia Humana, EUNSA, Pamplona, 2003, pág. 81
[3] Ibid. pág. 43
[4] Desantes, José María, en el Prólogo de Códigos Deontológicos de los Medios de Comunicación, Barroso, Porfirio, Madrid, 1984, pág. 9
[1] Brajnovic, Luka, Deontología Periodística, Eunsa, Pamplona, 1978, pág. 19
[2] YEPES, ricardo y Aranguren, Javaier, Fundamentos de Antropología: un Ideal de la Excelencia Humana, EUNSA, Pamplona, 2003, pág. 81
[3] Ibid. pág. 43
[4] Desantes, José María, en el Prólogo de Códigos Deontológicos de los Medios de Comunicación, Barroso, Porfirio, Madrid, 1984, pág. 9
Hola:
ResponderEliminarSoy una Hija de María Auxiliadora de Argentina, me interesa y estoy trabajando sobre el tema de la ética en la comunicación. Sería muy importante para mí tener acceso al material del Congreso. Mi dirección de correo para recibir información al respecto es anadelia1913@gmail.com
Muchas gracias por este valioso aporte que nos brindan para continuar pensando en este tema tan importante y que es poco tenido en cuenta en los medios actualmente.
Atentamente
Hna. Ana Delia