miércoles, 30 de septiembre de 2009

"Asumir la ética es un compromiso de la vida misma"


La enseñanza de la ética en las universidades católicas de América Latina y el Caribe, es un compromiso común y prioritario de todos los países del área, así lo señala el P. Carlos Arturo Quintero Gómez, director del Departamento de Comunicación del CELAM, y propulsor del II Congreso Latinoamericano de Ética de la Comunicación que se realiza en Bogotá entre el 7 y 9 de octubre próximos.
En entrevista para difusión de medios, el P. Quintero señala que el CELAM ha realizado diversos encuentros preparatorios al Congreso en los cuales han participado reconocidas personalidades nacionales e internacionales, se han conformado grupos interdisciplinarios para trabajar en el tema específico de la ética de la comunicación y de la comunicación ética. Recuerda que una de las iniciativas que surgió de estos encuentros, ha sido la propuesta de investigación sobre la enseñanza de la ética en las universidades católicas, que en la actualidad realiza el CELAM, a través del departamento que él dirige, conjuntamente con la Universidad Minuto de Dios.
El P. Quintero considera que la proyección de este II Congreso Internacional de Ética de la Comunicación, tiene que ver con el deseo de comprometer a muchas personas en la reflexión sobre la enseñanza de la ética, porque "asumir la ética es un compromiso de la vida misma"; así como el contribuir a la construcción de la paz y la armonía social, es responsabilidad de todos, especialmente de los medios de comunicación.
A continuación la entrevista completa con el P. Carlos Arturo Quintero Gómez, Director del Departamento de Comunicación del CELAM.

¿Cuál es la novedad de este II Congreso Latinoamericano de Ética de la comunicación?
-En septiembre del 2007 se realizó el I Congreso de Ética de la Comunicación, en la ciudad de Bogotá, con el tema: "Para que el periodismo recupere su alma" y en ese encuentro se reflexionó sobre el deber y el hacer de la ética, sobre la enseñanza de la ética en las universidades Católicas de América Latina y el Caribe. En este congreso se dieron cita reconocidas personalidades que han trabajado y siguen trabajando en torno a temas de ética como Rosa Alfaro del Perú, Porfirio Barroso de España, Juan Manuel Ijurko de Bolivia, Luján González de España, el padre Gabriel Jaime Pérez, sacerdote jesuíta, Susana Nuín de Argentina y Javier Darío Restrepo de Colombia, entre otros, quienes hicieron aportes significativos en el Congreso.
Terminado este encuentro, comenzamos, desde el Departamento de Comunicación del CELAM, a cristalizar una propuesta de investigación que finalmente se hizo realidad con la anuencia del Padre Harold Castilla De Voz, Decano de la Facultad de Comunicación de la UNIMINUTO, con quien tuvimos la oportunidad de interactuar en el encuentro latinoamericano de la RIIAL -Red de Informática de la Iglesia para América Latina- encuentro que se realizó en Tegucigalpa, Honduras y allí hicimos el acuerdo de trabajar conjuntamente esta propuesta de investigación que inició el 7 de noviembre de 2007, con el diseño de una propuesta piloto para vivirla en la Universidad Minuto de Dios. Desde entonces, se conformó un equipo interdisciplinario para dar curso a esta propuesta investigativa. Hemos realizado un foro de reflexión sobre la ética en la Universidad Minuto de Dios, se ha pensado en la publicación de dos textos sobre reflexiones éticas, que se han dado a lo largo de este proceso y el último mes hemos acordado que CORPORETHOS, que es una Institución educativa privada, se vincule en el proceso, a través de su representante legal, el señor Jaime Albero Rojas. La idea es que muchas organizaciones se sumen a esta propuesta integral y articulada.
El año pasado, en el mes de septiembre se realizó un encuentro preparatorio de este II Congreso con el tema que seguimos profundizando este año: "la ética de la comunicación y la comunicación ética".

¿Cuál es la proyección del congreso en los medios católicos de América Latina?

-Hemos hecho la difusión a través de las Conferencias Episcopales para que el Congreso sea de masiva participación, convocatoria a los participantes de los anteriores encuentros, invitación cruzada a las Universidades Católicas y de manera especial a través de FELAFACS, a través de nuestros portales del CELAM y de las redes de medios centroamericanos.
La proyección de este Congreso naturalmente tiene que ver con nuestro deseo de comprometer a muchas personas en la reflexión sobre la enseñanza de la ética. Asumir la ética es un compromiso de la vida misma; muchos creen que la ética es una etiqueta que se añade a nuestro cartón de grado y no es así, la ética es parte esencial de nuestra vida. Para este Congreso contaremos con el Padre Paul Taighe, representante del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales. Creo que es una muestra de la proyección que tendrá ese Congreso más allá de nuestra frontera.
Es muy importante el compromiso de los medios, pero más que cubrir una noticia, redactar una columna, creo que lo que necesitamos es que los comunicadores sociales y periodistas se sientan convocados. Es una reflexión que los involucra.
¿Qué pueden aportar los profesionales de la comunicación de América Latina a este congreso?
Los profesionales tenemos una gran responsabilidad social; hoy más que nunca tenemos que ser profetas de esperaza y proclamadores de la verdad, en una sociedad que juega con las palabras y que convierte la verdad en una mentira sin respetos humanos; la verdad está secuestrada, la estamos desdibujando, cada quien pretende defender la verdad y como decía el Papa Juan Pablo II: "un amor sin verdad es odio; una verdad sin amor es mentira"; es lo que estamos vendiendo a las nuevas generaciones: la tergiversación de la verdad. Los medios de comunicación tienen hoy una responsabilidad histórica, los comunicadores tenemos que contribuir a la construcción de la paz y armonía social y la manera de hacerla es ser fieles a la verdad. El Papa Benedicto VXI el año pasado, en su mensaje a los comunicadores, nos ofreció un mensaje sobre la verdad o el protagonismo ¿qué buscamos en los medios y a través de los medios?
Los comunicadores sociales católicos tienen una responsabilidad mayor, porque desde la fe debemos dar testimonio de esperanza y ser discípulos misioneros en nuestra sociedad. Como católicos ser sembradores de paz, de justicia, de alegría, de solidaridad, de caridad, de cultura de vida. Ha que buscar la verdad, difundirla y ser fieles a la verdad, porque como nos enseñó el mismo Jesús en el evangelio: "la verdad os hará libres"
Para nosotros la participación de profesionales de la comunicación en diversas áreas será de gran beneficio por los aportes académicos, la construcción de una reflexión compartida, pero ante todo por la posibilidad de compartir e interactuar fortaleciendo nuestra identidad humana y cristiana.

¿Cuál es el sentido que Aparecida ofrece a la Ética de la comunicación en América Latina?

-Creo que Aparecida y todo el Magisterio de la Iglesia nos confronta con la realidad que estamos viviendo. Los obispos son conscientes de la globalización, del fenómeno de injusticia que se vive en el mundo, de los niveles culturales, de los areópagos que debemos evangelizar. Pero precisamente ahí viene la invitación a vivir una vida ética, con principios morales, una vida, que debe tener soporte en la coherencia, en la convicción de lo que somos y en la pasión por lo que hacemos. No hay duda que estos principios se aprenden en el hogar, que en la familia se crece en el respeto por el otro, en la aceptación de las diferencias, que en la familia se aprende la confianza, la ternura, el amor y también hay que decirlo, tristemente se aprende el odio, la venganza. Cuando la familia se resquebraja, la sociedad tiende a desestabilizarse, por eso debemos trabajar más por las familias sanas, que le den a la sociedad un piso y soporte para ser.
Aparecida habla de la comunicación, de la cultura, de la educación, de los areópagos, de la vida de nuestros pueblos; no se puede comprender la comunicación separada de la educación, de la cultura y las culturas, de nuestro modo de vivir; vivimos inmersos en una sociedad, influidos por el medio exterior, por los amigos, por las normas. En este entramado social se evidencia la comunicación como un eje fundamental, necesario e imprescindible.
Los seres humanos somos seres para la comunicación, somos seres llamados a la comunión y la comunión solo se construye desde la comunicación auténtica que nos hace comprender al otro y reconocerlo como interlocutor válido.
En Aparecida la comunicación es un elemento fundamental en la vida de la Iglesia; la Iglesia ha de comprender este fenómeno más allá de lo mediático y comprender que ella misma es comunicación; la Iglesia de hecho, anuncia a Jesús, modelo de comunicación por excelencia, en quien convergen el mensaje y el mensajero; la Iglesia debe entender que la comunicación ha de ser algo esencial no accidental en su ser y quehacer pastoral y de evangelización. Por lo tanto en el seno eclesial y social donde como comunicadores realizamos nuestra misión, debemos hacer gala de los valores y virtudes que encantan nuestra existencia y asumir compromisos éticos que nos ayude a ser excelentes profesionales, excelentes personas y con criterios de juicio y de valor para sopesar los acontecimientos y saber interpretarlos, siempre desde el prisma de la verdad.

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